Tras la Primera Guerra Mundial, en los países vencedores se inicia un periodo de esplendor cultural, industrial y progreso social que finalizará a finales de la década con la llamada Depresión del 29.
Tras la Revolución Rusa se constituye la U.R.S.S., liderada por Lenin, que fallece a mitad de la década, dejando paso a Stalin.
Por otra parte, Estados Unidos experimenta un gran auge económico que quedará frenado por la crisis financiera de 1929.
En el Extremo Oriente, Japón proseguirá con su expansión imperialista por la costa Este de Asia.
En Europa, Alemania sufriría una gran crisis financiera asfixiada por las onerosas disposiciones derivadas del Tratado de Versalles y la situación en Francia también era delicada.
En España, tres anarquistas asesinan en 1921 al jefe del gobierno, Eduardo Dato, disparando a su coche oficial desde una moto Indian Powerplus con sidecar. Posteriormente, el país vive la dictadura del general Primo de Rivera, época en la que España disfruta de relativa paz social, reformas en infraestructuras públicas y cierto crecimiento económico.
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La policía inspecciona el sidecar Indian tras ser abandonado por los asesinos de Dato. A la derecha, fotografía del estado en que quedó el coche Marmon en el que viajaba el Jefe del Gobierno después de ser tiroteado en la Plaza de la Independencia de Madrid.
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Por otra parte, en esta década se instaura la Ley Seca y el voto femenino en Estados Unidos, Gandhi inicia su movimiento pacífico en la India, Hitler lidera el Partido Nacional Socialista en Alemania, se produce el primer vuelo del Autogiro La Cierva en España, Hirohito es proclamado emperador de Japón, nace la televisión, Charles Lindgergh realiza el primer vuelo sobre el océano Atlántico sin escalas, Fleming descubre la penicilina, Walt Disney crea a Mickie Mouse, destacan los poetas de la Generación del 27, se estrena "el perro andaluz" de Buñuel, James Joyce escribe el "Ulises" y triunfan Charlie Chaplin, Carlos Gardel, el tango y el charlestón.
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Lindbergh, 1927.
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Walt Disney y Mickie Mouse |
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El Dr. Fleming.
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Charlie Chaplin (Charlot).
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En el mundo de las Artes, sobresalieron los vanguardismos como el rayonismo, el orfismo, el constructivismo, el cubismo, el suprematismo, el surrealismo, el neoplasticismo y, en general, la pintura abstracta así como el movimiento postexpresionista. Entre los muchos notorios artistas que surgieron o tuvieron su apogeo en esos años se encuentran los españoles Picasso y Dalí, el alemán Max Ernst, el suizoalemán Paul Klee, los rusos El Lisitski, Lariónov, Tatlin; los italianos Modigliani y Giorgio de Chirico, el japonés Fujita, entre muchos otros.
En la arquitectura y el diseño destacan la influyente Bauhaus alemana, Le Corbusier y la arquitectura decorativa denominada Art-Decó.
Para el cartelismo, los años veinte supusieron una verdadera revolución. En esta década dejó de ser una actividad propia de los pintores a ser obra de los nuevos diseñadores gráficos, unos profesionales surgidos de la experiencia racionalista de la Bauhaus alemana en el campo de las artes aplicadas. Los diseñadores gráficos eran técnicos de la forma y del color en las artes icónicas aplicadas, que concebían su actividad como inseparable de los procedimientos técnicos de impresión, de manera que el cartel dejaba de considerarse un producto artístico para convertirse en un medio técnico comunicativo. Esta actividad se enriqueció, además, con las aportaciones a la psicología de la percepción por parte de la escuela de la Gestalt, con la exploración de los símbolos del subconsciente por parte del psicoanálisis de Freud y con la emergencia en Estados Unidos de la mass communication research, disciplina orientada al estudio de los efectos de las comunicaciones de masas sobre sus audiencias. De este modo, el cartel escapó del campo tradicionalista de las Bellas Artes, generado por un acto de inspiración individual, para convertirse en un calculado medio de comunicación social eficaz.
Durante los años veinte, los carteles reflejaron numerosísimas influencias: cubismo, surrealismo, dadaísmo y Art Déco, entre otras. Entre los artistas del género se encontraban los franceses Cassandre y Jean Carlu, y el estadounidense E. McKnight Kauffer.
Las obras más conocidas se deben al primero de ellos, quien, en sus anuncios de los ferrocarriles franceses, en estilo Art Déco, como el del Nord Express (1927), representa los trenes y las vías con un elegante estilo geométrico, semiabstracto. Durante esos años se generalizaron dos nuevos tipos de cartel, el de cine y el de viajes.
También alcanzaron gran importancia los carteles no comerciales realizados por artistas, sobre todo en Alemania y en Rusia. Los dadaístas John Heartfield, George Grosz y El Lissitzky, experimentaron con carteles fotográficos (en lugar de pintados), haciendo complejos fotomontajes con fragmentos de diferentes fotografías. La escuela alemana de la Bauhaus fue la pionera en crear nuevas formas de arte gráfico, integrando el texto del póster en el dibujo y utilizando, en algunos casos, las palabras o las letras para componer todo el dibujo. La obra del artista estadounidense, austriaco de nacimiento, Herbert Bayer situó el dibujo gráfico de carteles en un nivel de refinamiento no igualado hasta la década de 1960.
El cartel motociclista también goza de estas influencias aunque el mayor avance se puede observar en la publicidad de revistas y periódicos, donde abundan los anuncios de los cientos de marcas de motos que luchaban por sobrevivir a la competencia, en los que se destacaban los aspectos tecnológicos, logros obtenidos en competición y precios de los productos. En aquellos en los que aparece la mujer, ésta empieza a aparecer más protagonista, tal y como estaba sucediendo en la sociedad. La mujer se está haciendo más independiente y participante en los mundos hasta entonces reservados a los hombres, entre ellos el mundo del motor.
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"Motociclista, sólido con Velocidad" (1927), del futurista Fortunato Depero.
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El mundo femenino también experimenta grandes cambios revolucionarios en cuanto a Derechos y comportamientos. A principio de la década, se aprueba el derecho a voto femenino en Estados Unidos. La mentalidad femenina comienza a cambiar. Las mujeres empiezan a transformarse.
La moda de los años 20 no sólo es representativa del período de mayor esplendor en la historia del empoderamiento femenino, sino que también es sinónimo de innovación, elegancia, alegría y sofisticación. Se produce un cambio radical en las formas y estructuras Se busca una figura unisex que permita equipararse con el hombre, por lo que se masculiniza el look con vestidos holgados de talle bajo, sin marcar caderas ni pechos.
La comodidad prima ante todo y los largos de las faldas se van acortando desde el tobillo a la rodilla. La sencillez de los vestidos de día, está orientado hacia una funcionalidad para el trabajo, con cortes rectos y tejidos resistentes como el punto. Para contrarrestarlo, la noche se convierte en un absoluto espectáculo de lujo y expresión; vestidos brillantes con lentejuelas y bordados, pieles, flecos y plumas de marabú.
Una sofisticación exagerada, cargada de complementos como las boas, capas, tocados, redecillas, y algunos masculinos como el bastón, el monóculo y las largas boquillas. La ultra femenina y sumisa ama de casa tenía ahora un estilo más masculino (a lo garçonne), se corta el pelo, fuma, usa pantalones, practica deportes varoniles, conduce automóviles y motos, viaja con independencia...
Los dorados años 20 fueron la época del glamour y del nacimiento de las Flappers. La expresión Flapper apareció inicialmente en Gran Bretaña y fue introducida en Estados Unidos por autores como F. Scott Fitzgerald en “La Generación Perdida” y artistas como John Held Jr. y era usada para describir a mujeres jóvenes, que todavía no se habían convertido en señoras. Mujeres atractivas con un estilo de vida no convencional y de algún modo rebeldes.
Con las flappers nacía un nuevo estilo de mujeres que usaban faldas cortas, no llevaban corsé, lucían un corte de pelo especial (el famoso "wavy bob cut"), escuchaban jazz y lo bailaban. Usaban mucho maquillaje, bebían licores fuertes, fumaban, conducían, con frecuencia a mucha velocidad, y tenían otras conductas similares a las masculinas, que eran un desafío a las leyes de lo que se consideraba entonces socialmente correcto.
Y qué decir del mundo de la motocicleta. Los avances tecnológicos y de diseño que se producen en esta década son enormes, en gran parte debido al florecimiento económico y la enorme competencia entre las múltiples marcas que aparecen en el mercado, muchas de ellas obligadas a cesar su actividad al poco tiempo de haberse creado. Indian y Harley Davidson son los grandes productores mundiales pero es en Europa donde existe mayor variedad de fabricantes y productos diferentes.
Inglaterra consolida una gran industria en torno al mundo de la motocicleta. La gran mayoría de sus grandes fabricantes ya tienen gran experiencia industrial y tecnológica (B.S.A., Norton, Triumph, Ariel, Royal Enfield, Rudge, A.J.S., Douglas, Velocette, Scott, Matchless, Sunbeam, Levis, James...)
En Italia ocurre lo mismo con Benelli, Bianchi, Garelli, Gilera... y esta década ve el nacimiento de Moto Guzzi.
Francia pierde el liderazgo inicial pero siguen adelante marcas como Peugeot, Terrot, Magnat Debon, Gnôme & Rhône, René Gillet, Monet Goyon... Se crean marcas nuevas como Dresch y Dollar pero desaparecen marcas pioneras como Griffon y Alcyon, entre otras.
Las alemanas B.M.W., Horex y DKW fabrican sus primeros modelos y N.S.U. se afianza absorbiendo a Wanderer, mientras que Zündapp se consolida como la principal marca alemana hasta convertirse en primer productor mundial en los años previos a la Segunda Guerra Mundial.
Las motocicletas han dejado de parecer bicicletas definitivamente y los motores han ganado muchísimo en fiabilidad y potencia. Van mucho mejor equipadas en todos los aspectos: frenos, neumáticos, iluminación, instrumentación.... A finales de la década se produce un cambio de diseño y estético en casi todas las motos que perdurará hasta los años 80 (cuando aparecen y se generalizan los bastidores de doble viga tipo Cobas ó Deltabox). El depósito de gasolina abandonará su posición dentro del perímetro del bastidor (entretubos) y pasará a una posición superior abrazando la viga superior del chasis y escondiéndolo a la vista (a excepción de algunas motos con chasis de chapa estampada como B.M.W., Zündapp, Nimbus, Dresch y Gnôme & Rhône, entre otras).
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